1 Pellegrini era líder y tenía un punto más a estas alturas.
Dejando al margen el pulso que le ha ganado, por goleada, a Jorge Valdano, lo cierto es que Mousoporta mal la comparación liguera con su antecesor, Manuel Pellegrini, que a estas alturas de campeonato tenía un punto más que él y era líder de la Liga, empatado con el Barça (62 puntos). Por cierto, el técnico chileno será el próximo visitante del Santiago Bernabéu, un dato más que curioso.
2 Critica la falta de entrega de los rivales de los azulgranas.
Más preocupado por el Barça e, incluso, por los rivales de los azulgranas que por su propio equipo, Mourinho no ha cesado, con su discurso faltón, de criticar la poca entrega e incluso la renuncia a ganar de los equipos que se enfrentan al Barça. Lo dijo del Sporting, que frenó al Barça (1-1) y de muchos otros. El pasado sábado fue aun más lejos al insinuar que el Deportivo jamás había jugado con la intensidad que le vio contra su equipo.
3 Denuncia una conspiración contra él.
Federación, Liga, árbitros, Comité de Competición, medios de comunicación, entrenadores rivales, Moucree que sufre una persecución, según él, «injustificable». Piensa que todos, todos, quieren tener sus 15 minutos de gloria hablando o criticando su estilo. «No me tratan igual que a los demás, está claro», asegura.
4 «Es muy fácil arbitrar contra el Madrid», suele argumentar.
Fue él quien empezó a protestar de todo, a quejarse de los árbitros, incluso a pleitear con el cuarto juez de campo. Y, sin embargo, está convencido de que los colegiados le tienen manía. «Si existiesen las tarjetas naranjas, todas serían para nosotros», declaró hace unos días. Mou cree que «es muy fácil arbitrar contra el Madrid».
5 Quejas por la falta de costumbre de jugar cada tres días.
Y, de pronto, se quejó de que el Madrid que le dejaron no está acostumbrado a jugar un partido cada tres días y todo el mundo se echó las manos a la cabeza, menos él. «Claro --dijo-- siempre lo eliminan en los octavos de final de Copa y Champions». Y se quedó tan fresco, como si no fuera con él, como si le viniese de nuevo.
6 Acusa al Barça de beneficiarse de un calendario a la carta.
Sugirió a los periodistas que fuesen a verle a Valdebebas para demostrarles algo que no es cierto. En 24 jornadas (la primera no cuenta, claro), el Madrid ha tenido, en 10 de ellas, más días de descanso que el Barça (6) pues, en las otras ocho, han tenido los mismos días de fiesta. Si de lo que se queja es de que, a veces, el Barça ha jugado primero para presionarle, olvida decir que los culés asumen el riesgo de perder y, dos, que, siendo como es Special One, debería ser capaz de soportar, él y los suyos, la presión de saltar al campo sabiendo el resultado del Barça.
7 Reprocha que Pep está «protegido» por la prensa catalana.
Y la última excusa, el último fantasma, tal vez el más gracioso, sí, fruto, tal vez, más de los celos que de otra cosa, es haber criticado que Pep Guardiola viva «en un jardín, en su jardín», y que, según él, reciba la protección de los medios de comunicación catalanes. A lo que el míster de Santpedor replicó con su ironía habitual cuando se trata de otro dardo del portugués: «Hablan bien de mí porque gano». A Mou, ni ganando, parecen quererlo mucho. O poco.
EL PERIODICO.COM EMILIO PEREZ
RECOPILACION FUTBOLFORMATIVO
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