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domingo, 7 de febrero de 2010

EL METODO DEL TRIUNFO...EJEMPLO A SEGUIR EN LATINOAMERICA


El método del triunfo


En el futbol como en las empresas se debe trabajar en equipo.

El amor,el orden y la disciplina son elementos importantes en el método expuesto.

Trabajar día a día en el crecimiento de la persona, tanto de su alma como de su mente, puede lograr lo que pareciera imposible para muchos: romper paradigmas. El caso más reciente para los mexicanos fue haber ganado el campeonato mundial juvenil durante el año pasado, con lo cual México fue nuevamente observado por miles de aficionados al futbol a nivel internacional.

En su reciente visita para impartir con estudiantes y empresarios su exposición Crónica de un campeonato anunciado, sólo nosotros lo creíamos posible, organizado por el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Laguna, Jesús Ramírez, director de selecciones juveniles de la Sub 15, Sub 17 y Sub 20, habla sobre el método denominado Aplicación Mental y cómo puede ser empleado no sólo en equipos deportivos para ganar una competencia mundial, sino en la vida misma, en la familia y dentro de una empresa.

Previo a su conferencia, declara que “me da gusto poder estar aquí y compartir lo que hice dentro de la selección mexicana de futbol”. Menciona que “los reconocimientos son lindos, pero el mejor de ellos es el particular, el haberte propuesto algo y haberlo conseguirlo”.

El mejor distintivo es el propio, y no por ego, sino por haber alcanzado este objetivo que pareciera para muchos algo imposible de alcanzar.

Consciente que el trabajo fue hecho en equipo para haber logrado ser campeones mundiales, Jesús “Chucho” Ramírez declara que fue una labor hecha a conciencia y a largo plazo. Relata que comenzó con este sueño en septiembre de 2001 al hacerse cargo de la selección nacional.

Explica que para él fue más importante no sólo ser un entrenador de las selecciones nacionales, sino alcanzar algo diferente, como ser el campeón del mundo. Para alcanzar esta meta realizó un trabajo programado, hecho con amor y con una gran mentalidad por parte de todos los participantes.

Jesús Ramírez confiesa que el método de Aplicación Mental no sólo puede aplicarse en el medio del fútbol, sino en cualquier área que la persona se proponga, dado que la mentalidad se lleva dentro de nosotros y puede desarrollarse en cualquier ámbito deseado.

Una vez dominado el sistema sólo se necesita arrancarlo para que funcione en forma positiva, trazando para ello metas y objetivos, pero sobre todo trabajar para ello, ya que no se obtienen los resultados de una manera mágica.

Los elementos

Con la ayuda que le brindó su maestra Coco del Río, así como su esposa en el estudio de este sistema, reconoce que un principio no lo tomó con gran atención el aprender este método que estudia la mente, sin embargo, poco a poco le empezó a gustar, por lo que estudió más sobre él y comenzó en aplicarlo para desarrollarlo.

Los elementos importantes de este método son el amor, el orden y la disciplina, y dentro de esto se habla de que existen causas y efectos que se generan con los cambios que se van dando en la persona. Sostiene que a lo anterior hay que sumar la Ley de la persistencia y de los valores de la persona, los cuales no pasarán de moda y ayudan para un mejor desarrollo del individuo.

Para muchos haber ganado el campeonato mundial juvenil en 2005 fue debido a que sólo jugaron muy bien, sin embargo, Jesús Ramírez confiesa que ésa fue sólo una parte importante, la otra fue el creerlo posible, el trabajar en la autoestima de los jugadores, valores que no son en sí futbol.

Al igual que un líder de una empresa, manifiesta que de no haber logrado generar una gran confianza en su equipo de trabajo, tanto jugadores, médicos, preparadores físicos y auxiliares, “no habríamos sido campeones del mundo”.

Cualquier persona que desarrolle la autoestima de un empleado, equipo de trabajo o jugadores, generará una gran seguridad y confianza en las tareas que emprende o en nuevos proyectos que se proponga, sin tener la duda de que podría fracasar en el intento.

Esta mayor confianza, asegura, desarrolla en el individuo otro tipo de lenguaje. Confiesa que en un principio los jugadores destacaban la capacidad y altura de los brasileños, sin embargo, el trabajo realizado con ellos provocó que después quisieran competir con ellos, por lo que no tenían temor a enfrentarse con ellos, sino que tenían un gran optimismo de que iban a ganar.

El método ayuda a romper esquemas o paradigmas, sobre todo ante mitos de que el mexicano no puede, que es chaparrito, que no es fuerte y que nunca logra alcanzar el éxito. Este campeonato de fútbol, reconoce, no sólo logró que el equipo ganara, sino que logró romper con cosas más de fondo y que generaron nuevos hábitos en los jugadores y en el público mexicano.

Esto se pone de manifiesto en las pláticas que ha estado impartiendo, sobre todo cuando las amas de casa o estudiantes se acercan y le confiesan que ahora se han planteado nuevos objetivos personales que anteriormente pensaban que no podrían alcanzar. “El ver éxito se pega”, dice.

El líder

El trabajo de un líder se trasmite sobre todo con el ejemplo, tanto dentro de una compañía como en un equipo de fútbol o en una familia. En un principio el proceso de cambio comenzó con él y no con los jugadores. Para “Chucho” es muy importante que la persona tenga bien definidas cuáles son sus expectativas, qué es lo que se quiere alcanzar, si está capacitado para ello o si merece alcanzarlo. Agrega que una vez contestadas estas preguntas, el líder de un equipo de trabajo deben generar esa confianza en los demás para convencer que las metas si son posibles de alcanzar, destacando que el trabajar en equipo es una labor importante para lograr los objetivos.

El campeonato del mundo no fue una meta alcanzada por sí sola, sino por un gran equipo. Menciona que “nosotros nos manejamos como una empresa, por lo que nuestra función principal es hacer goles y que nos los metan, y ser campeones”.

El error más común en que caen las compañías o las personas, dice, es preocuparse por mejorar al de a lado. Dice Jesús Ramírez que lo común en México es que te digan que tienes que ser mejor que él, por lo que sostiene que lo ideal es plantearse ser tú el mejor todos los días, significando un crecimiento de la persona.

Ser mejor que alguien es difícil saberlo, ya que considera que no eres igual a la otra persona, no creciste o te alimentaste en las mismas condiciones del otro. “No puedes competir con alguien que no es igual a ti”.

Por ello, recomienda a las personas que se encuentren en su área de trabajo, son miembros de una familia o de un equipo a que realicen cambios en sí mismos, sobre todo que sea un compromiso de todos los días y si se realiza promete que se generará una mejor dinámica en su ambiente de trabajo, produciendo más para los demás de al lado. Indica que lo más importante es tomar responsabilidades y trabajar para ser exitoso.

Enfocarse a la persona

Mientras hoy vuelven a soñar en ser campeones trabajando en ello, dentro del proceso que aplicado en la selección juvenil de fútbol, lo más importante que se aprende es a valorar a la gente que “está a mi lado, a comprenderla y a interesarme por ella. Esto me hizo más fuerte y más grande”, confiesa.

Reconoce que el trabajo realizado se enfocó más a un trato de una familia que a un equipo de jugadores, ya que dirigió sus esfuerzos a desarrollar a la persona y no sólo al delantero o al centro delantero de su equipo. Indica que estimuló más el potencial de Carlos Vela o Patricio Araujo, ya que sólo así se logra trabajar con todo el ser de la persona, y no sólo con una parte que es el jugador, el estudiante o el hijo de familia.

Jesús Ramírez se dice convencido que los mejores resultados que se pueden obtener es trabajar con toda la persona, y que ese ser se transforme en muchas cosas para hacer lo mejor de sí mismo.

Contrario a lo que muchos pudieran opinar, que ser campeón del mundo fue un milagro mexicano, “Chucho” es tajante y dice: no fue así, sino fue un trabajo bien planeado y programado, con un objetivo alcanzado.

Al igual que sucede al interior de una empresa al lograr una exportación exitosa o el lanzamiento de un nuevo producto dentro del mercado, el conferencista reconoce que lo más importante es volverlo a ganar, ya que de lo contrario se convertiría en un hecho aislado.

Por ello, confiesa que lo anterior fue una de las razones por la que decidió permanecer en el país y rechazar un gran número de ofertas, ya que declara que “yo quiero volver a ser campeón del mundo y estoy trabajando mentalmente por ello”.

En espera de cambios

En cuanto al panorama en México, Jesús Ramírez declara que creer que los cambios se están dando, sobre todo hay una gran apertura y la gente esta deseosa de otras cosas.

Menciona que ojalá que la gente que dirige al país o las empresas y que toma decisiones tengan la capacidad para hacerlo lo mejor posible.

El resto de la gente puede querer cosas, pero la decisión está en la dirección dentro de una familia, empresa o país. Hay decisiones para favorecer cuestiones partidistas, particulares, pero no se piensa en el país.

Ser un líder es algo innato, que se ve por si solo y ojalá que alguno de los candidatos que contienden a la presidencia sea ese líder, ya que es un momento muy importante para hacer un cambio.

“Yo veo una juventud con ganas de algo diferente, pero si no hay esa dirección arriba, siempre habrá una duda o una molestia que impide un crecimiento en todos los sentidos”.

Por: Virginia Hernández




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