Al éxito se accede por diferentes vías en el fútbol, pero pocas están tan alejadas como las del Barça y el Madrid en la última década.
El nuevo curso subraya esta tendencia. Con un Barcelona que se aferra a una filosofía reconocible. A un modelo duradero.
Y un Madrid inmerso en la provisionalidad, exigido por la necesidad de títulos. Los fichajes de jóvenes valores como Ozil, Canales, Pedro León, Khedira o Di María, confirman que el Madrid acude al mercado para fichar lo que no tiene en casa. El club además ha vendido este verano a dos valores como Rodrigo, subcampeón de Europa con las sub-19, y Marcos, al Benfica y Girona, respectivamente.
El Barcelona, en cambio, encuentra soluciones en La Masia. En Fontás, Jonathan, Thiago y Oriol Romeo.
El Madrid compra futbolistas cuyo rendimiento aún es una incógnita por 74 millones de euros y el Barça sigue un plan. Y es que las nuevas incorporaciones del club blanco ya no vienen de ninguna desconocida galaxia, ni coleccionan Balones de Oros. Ni siquiera aseguran una adaptación sin sobresaltos.
Guardiola, en cambio, asiste a la política de austeridad de Rosell sin alzar la voz. Insiste una y otra vez en la fe que tiene en los más jóvenes. Nunca compromete al club, ni siquiera cuando está en juego su futuro, como demuestra el hecho de que prefiere ir año a año en la renovación de su contrato. Con Guardiola han debutado más de una decena de canteranos y se han consolidado jugadores desconocidos para la mayoría como en su momento Pedro y Busquets. Y ahora, como sucediera con la última hornada de jugadores que subieron a Segunda con el filial (con Xavi y Puyol como abanderados), otros jóvenes están preparados para coger el relevo. También tras lograr el ascenso
En el Madrid, sin embargo, el primer equipo es territorio desconocido para la mayoría de canteranos. Los mejores futbolistas del filial lucen mejor fuera de Valdebebas. Basta con decir que La Liga cuenta con más de 60 futbolistas surgidos en la cantera blanca. Algunos tan destacados como Mata, Jurado, Negredo, Filipe Luis o Soldado, jugadores que han sido protagonistas en Primera las últimas temporadas.
La presencia de Mourinho, un técnico que apenas concede errores de aprendizaje, puede ser otro handicap para estos nuevos futbolistas. Mou es el último cartucho de Florentino, en el alambre tras el fracaso de la temporada pasada y los antecedentes de su anterior etapa. Nadie como el portugués representa el éxito inmediato por encima de consideraciones estéticas o proyectos. A Mou sólo le ocupan los empresas a corto plazo. No es el portugués un hombre de club como Guardiola, más bien todo lo contrario: llega, gana y se va… a por otra cosa. Por lo general dejando un balance de títulos luminoso, una modelo ajeno al espectador y un futuro en alfileres. Así ocurrió cuando se marchó del Chelsea. El club inglés no ha logrado cierta estabilidad desde entonces hasta la llegada de Ancelotti. Y en su última etapa en el Inter no dudo en lanzar guiños al Madrid en vísperas de la final de una Liga de Campeones. Más aún, ha insistido hasta última hora con futbolistas como Milito y Maicon, piezas claves de su ex equipo.
Fuera de España, jugadores tan respetados como Eto’o o Cambiasso también pasaron por las categorías inferiores del Madrid. Esta curso el escenario aún ha empeorado con la salida de dos referentes para el madridismo como Raúl o Guti, y sólo Casillas resiste en el presumible once de Mou esta temporada. Malos tiempos para La Fábrica.
DÍDAC PEYRET sport.es
recopilacion futbol formativo
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