" Cuanto mejor juegues, más lo vas a disfruten. Si tienes éxito en jugar bien o marcar un gran gol vas a lograr la felicidad. Ese debe ser su objetivo principal, no es ganar el juego "
Laureano Ruiz trabaja bien la cantera. También en el Barça de los años setenta. Hizo subir a Carrasco y Tente Sánchez al primer equipo. También a Mir y a Corominas.
Años después, también llegaron Rojo y Calderé, piezas básicas en la Liga de Venables. Asegura que “el arte del entrenador es colocar a los jugadores en la posición donde rindan más”. Por si no queda lo suficientemente claro, la explicación que brinda resulta sorprendente.
“Si tuvieras once Maradonas, no tendrías un buen equipo. Porque yo, por ejemplo, he entrenado a Migueli, el mejor defensa con el que he trabajado. Si a Migueli le hubiera hecho jugar de Schuster, como organizador, como mucho habría llegado a Segunda B ”.
El 2 de abril de 1976, Laureano Ruiz fue nombrado entrenador del Barça en sustitución
de Hennes Weissweiller, que había cometido el error estratégico de enfrentarse a Johan
Cruyff. La contienda llevó a Laureano Ruiz al banquillo del Camp Nou. Llegó en situación de urgencia y en los dos meses y 14 partidos que estuvo -mientras esperaba el regreso de Rinus Michels-, Ruiz recuperó a Joaquim Rifé como titular, trató de reciclar a Carles Rexach como centrocampista e hizo debutar a Tente Sánchez.
Un papel muy digno: ocho victorias, cuatro empates y dos derrotas, con 36 goles a favor y 14 en contra. Y dos resultados muy buenos: un empate en Anfield, contra un gran Liverpool, y una victoria en el Bernabéu por 0 a 2.
Nació en Escobedo-Villafutre, en Santander, el 21 de octubre de 1937. Con 18 años, ya jugaba en el primer equipo del Racing y entrenaba a los juveniles. Es entrenador nacional de honor y ha sido director de la Escuela de Entenadores de Cantabria
y profesor de la de Catalunya.
Hoy hablamos con Laureano Ruiz; entrenador de fútbol, experto en fútbol base y seguramente, una de las personas más importantes para el Barça. Creó -como él mismo define- el “fútbol-fútbol” del equipo culé y los “rondos” para los entrenamientos. Él instauró en el Barça el sistema de juego por el que hoy día es conocido como 'el mejor equipo del mundo'.
¿Por qué de pequeño eligió el fútbol y no otro deporte?
Cuando era niño, en España prácticamente el Deporte no existía y el fútbol acababa de nacer. El de adultos, porque el de la Base ni siquiera había nacido.
¡Ya entrenaba a los 15 años! ¿Le resultó difícil?
En absoluto. Primero entrené a un equipo que formamos en el barrio, en el que destacaba Miera, que luego fue jugador internacional y seleccionador español. A la vez, yo jugaba en el juvenil Racing (éste campeonato comenzaba entonces) y teniendo yo 16 años, el entrenador dimitió. Como no había técnicos, los directivos me nombraron jugador-entrenador.
Sus tratados sobre fútbol se han convertido en libros de texto en las escuelas de entrenadores de Francia e Italia y se han traducido a muchísimos idiomas, entre ellos el mandarín. A finales de los ochenta, después de entrenar al Barça y al Celta, volvió a Santander para dirigir la Escuela Municipal de Fútbol. Por sus manos han pasado
muchos jugadores (De la Peña, Helguera, Munitis…) que todavía hoy defienden, con su juego, una forma de entender el fútbol que siempre ha estado en la vanguardia.
Cuando fichó como responsable de las categorías inferiores del Barça, hacía catorce
años que los juveniles no ganaban nada.
Quince años antes del Dream Team de Johan Cruyff, los juveniles de Laureano ya ejecutaban rondos en los entrenamientos y se preparaban físicamente con el balón en los
pies. Bajo la batuta del cántabro, encadenaron cinco Ligas consecutivas y cuatro Copas
de España, con un equipo que nutriría al primero del Barça con Sánchez, Carrasco y
Fortes. Laureano Ruiz impresionó a todos por la gran variedad de recursos ofensivos
que ofrecía a los jugadores, con un estilo de juego muy cercano al fútbol total que estaba implementando Michels en el Barça.
¿Le resultó fácil combinar su carrera de futbolista y entrenador?
En principio no era nada complicado, incluso, cuando con 18 años pasé a jugar en el Racing de Primera División. Años después, al aumentar los equipos juveniles – el Racing contaba con tres-, llegaron las dificultades. Máxime cuando se formó el torneo infantil, pues también entrené a este equipo. En aquella época no había ayudantes en los entrenamientos y yo me pasaba la semana en el campo entrenando a los 4 equipos, además de jugar profesionalmente.
¿Qué recuerda de su etapa como entrenador en el Racing, Barça y Celta?
Tengo muchísimos recuerdos de los tres clubes. Seré breve, del Racing: un título infantil de España y otro de juveniles, en ambos casos ganando al Barça (el primero en la final y el segundo con un 7-0). Luego los jugadores que triunfaron al pasarles yo al equipo profesional: Juan Carlos, Aguilar, Chinchón, Villita, Chiri, Mantilla, Preciado, Zoco, Tino… Del Barça: 5 títulos consecutivos de España con los juveniles y la formación de muchos para que llegaran al primer equipo: Carrasco, Sánchez, Calderer, Rojo, Moratalla, Estella, Fortes, Corominas, Salva, Pedraza, Serrat, Clos… y muchos más (y eso que no pasaron a los de baja estatura, considerados “malditos” por entonces). Al hilo de los “bajitos”, recuerdo que en el Celta, en el primer equipo puse a Lago, un juvenil de 1,59m de altura y 54 kg de peso, pero con una velocidad extraordinaria con la que superaba a los contrarios (anuló absolutamente al célebre Kempes). Cuando marché, nunca más jugó.
“Un equipo es como un puzzle. Las piezas deben encajar.
Se deben poner en su lugar. Con once Maradonas no tendrías un buen equipo”.
Actualmente es director de la Escuela Municipal de Santander, ¿qué intenta transmitir y enseñar allí?
En otra entrevista reciente, he declarado que la Escuela de Santander es la única que existe en el mundo “de fútbol”, puesto que las restantes sólo son “de futbolistas”. Nosotros formamos jugadores (de aquí han salido muchísimos, destacando De La Peña, Munitis y los hermanos Helguera), también entrenadores (el 50% de nuestros entrenadores actuales, fueron en su día alumnos) y la formación se culmina con los árbitros: a los que les vemos cualidades, les preparamos para – posteriormente- enviarles al Colegio de Árbitros, para que sigan esta carrera.
Martí Perarnau en su libro le define como el creador del estilo que tan especial ha hecho al Barça, ¿se ve usted también así?
Un saludo agradecido para el maestro Perarnau. Naturalmente que lo veo igual. Yo fui el que llevó el “fútbol-fútbol” al Barça. Coloqué extremos – habían desaparecido del fútbol-, retrasé al delantero-centro (a Cruyff le hice jugar en esa posición en la que él, después, situó a Laudrup y posteriormente Guardiola lo hizo con Messi). Incluso saqué del área al meta; hasta entonces los porteros permanecían estáticos en el área pequeña. También llevé entrenamientos absolutamente diferentes a los que existían: los “rondos” – los había inventado 15 años antes en Santander-; partidos “de pases”, “con la cabeza”, “partidillos con el Sistema”… es decir, el balón siempre presente, así como el “ fútbol- fútbol”.
Cuando llegó al Barça, ¿qué fue lo que quiso enseñar a todos esos jóvenes cuyo sueño era triunfar en el fútbol, pero sobre todo, en el Barça?
A ser futbolistas y a ser personas. Y hubo éxito gracias al resto de técnicos y a los directivos Ariño y Borràs, dos sabios del fútbol y de la vida.
¿Actualmente, cree que los jóvenes siguen con esa misma ilusión o están siendo perjudicados por el negocio en el que se está convirtiendo el fútbol?
Durante los últimos años he conocido chicos de 14-16 años que empezaban a destacar, los cuales modificaron su conducta habitual, mostrándose orgullosos y altivos, convencidos de que ya eran “futbolistas”. Y entonces aparecía el “intermediario” o “agente”… la mayoría de estos jugadores, por diferentes motivos – el principal, la presión angustiosa a la que estaban sometidos- terminaron por desaparecer del fútbol.
¿Cree que ha sido mejor ‘alumno’ el Dream Team o el Pep Team?
Dada su grandeza, ambos pasarán a la Historia del fútbol. Pero mientras los dos equipos atacan con gran calidad e inteligencia, el actual defiende mucho mejor. Y los dos entrenadores – Cruyff y Guardiola- son extraordinarios, los mejores.
¿Piensa que la obsesión por crear clones de grandes futbolistas, afecta al jugador que es llamado a sustituir a otro y pueda llegar a estancarse? A punto estuvo de pasar eso con Xavi por intentar convertirle en el 'nuevo Guardiola'.
Lo de los clones es algo que os habéis inventado los periodistas, ya que no existen dos jugadores iguales. Aunque los tres realicen una función creativa, Iniesta es muy diferente a Xavi y éste a Cesc. Lo que existe es una gran ignorancia de los técnicos, que les hace, primero, no “ver” a los futbolistas y luego no saben situarles en su posición idónea. Éste es el caso de Xavi, alineado en el medio campo – pero retrasado- quisieron echarle del Barça. Al adelantarle 15-20 metros su posición fue y es uno de los mejores futbolistas del mundo.
En los últimos años, exceptuando al Fútbol Club Barcelona, ¿qué equipo le ha sorprendido gratamente?
El Milán por la calidad de su fútbol. También el Arsenal, aunque ahora pase un mal momento. Sacchi y Wenger me parecen dos técnicos extraordinarios.
En 2007 le hicieron un homenaje en el Camp Nou, ¿qué sintió en aquel momento?
Alegría, alborozo, júbilo, emoción, turbación, enternecimiento… y también agradecimiento a las muchísimas personas que lo posibilitaron, especialmente a Xavi Torres y Jordi Marcos. También mi gratitud al Barça y a los diarios Mundo Deportivo y Sport por su colaboración.
¿Echa de menos expresar su visión de fútbol al Barça?
Sí, me gustaría volver al Barça y acabar en él mi carrera de entrenador.
Me comentó que está escribiendo un nuevo libro, ¿de qué tratará?
El último libro que recientemente he publicado, se titula: “Fútbol profesional y mi modelo de juego”. Y el que estoy terminando: “Fútbol- base y mi método”. Creo que será un libro muy necesario porque este fútbol acaba de nacer (los juveniles hace 50 años y los restante de categorías inferiores, apenas unos 20 años), por lo cual, los entrenadores – yo el primero- estamos iniciando nuestro aprendizaje.
Y finalmente, ¿qué consejo le daría a todos esos jóvenes cuya meta es triunfar en el deporte rey?
Simplemente les diría que en los “Campus” de verano que vengo haciendo desde el año 83 (también yo los inicié en España), hemos invitados a relevantes futbolistas en años diferentes. A todos les hicimos la siguiente pregunta: “¿En tu niñez, cuántas horas dedicabas, cada día, a la práctica del fútbol?”. Estas fueron las respuestas:
-“De 6-8” ( Kubala)
-“De 5 a 6” ( Cruyff)
- “5 horas” ( Laudrup, De la Peña, Munitis y Helguera)
- “Todas” ( Maradona y Messi).
Y terminaría diciéndoles: “¿Cuántas horas dedicáis vosotros?”
" No se ha perdido. Cuando usted juega con voluntad y lo da todo, entonces nunca se pierde . "
Autora de entrevista: Paula Martín.
RECOPILACION FUTBOLFORMATIVO
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