A José Mourinho no le vamos a descubrir aquí. El técnico portugués se ha ganado a pulso su prestigio, llevando a sus equipos a lograr muchos títulos y dejando un gran vacío cada vez que ha abandonado un club. Desde su llegada al Madrid, Mou mantuvo su dinámica ganadora hasta caer goleado en el Camp Nou en un partido en que los blancos recibieron un duro golpe en su orgullo y perdieron el liderato.
A dos jornadas para terminar la primera vuelta, Mourinho y sus jugadores han conseguido mejorar, con los 44 puntos sumados, los números que llevaba el Barça a estas alturas de la campaña pasada (43), un hito que se preveía muy difícil de batir. Con lo que nadie contaba, sin embargo, era con que los hombres de Pep Guardiola se superarían a si mismos para firmar una primera vuelta inmaculada.
Pero este no es el único motivo de preocupación de José Mourinho. El entrenador portugués deberá aguantar el ritmo de uno de los mejores equipos de la historia y además tendrá que luchar contra su maldición personal: sus equipos empeoran su rendimiento en el segundo tramo de la temporada.
Si analizamos los resultados del técnico luso desde su época en el Oporto nos encontramos con que, solo en la primera campaña con el Chelsea, consiguió más puntos en la segunda vuelta que en la primera. Alguien podría pensar que esto se debe a que el campeonato ya estaba decidido, pero lo que pasó la temporada pasada con el Inter de Milán lo desmiente.
Los ‘neroazzurri’ llegaron a la mitad de la temporada con 45 puntos. Pero, a partir de aquí solo fueron capaces de sumar 37 después de ganar 10 encuentros, empatar siete y perder dos. Y todo esto pese a que la Roma estaba al acecho y casi les da un disgusto. El Inter salió victorioso de los últimos cinco partidos del campeonato y Totti y compañía, que cayeron ante la Sampdoria a cuatro jornadas del final, acabaron a dos puntos de distancia.
En su primer curso al frente del Inter de Milán, José Mourinho ganó el campeonato con mayor margen pero también sufrió su habitual ‘pájara’ en la segunda mitad del torneo. Los ‘neroazzurri’ firmaron un mal final de campaña pero se vieron beneficiados porque la Juventus, que acabó segunda, tuvo una trayectoria similar e incluso peor.
En sus campañas al frente del Chelsea, el portugués dominó a sus anchas la liga durante los dos primeros años. En 2004/05 consiguió 46 puntos en la primera vuelta por 49 en la segunda. Esa es la única temporada en toda su carrera como entrenador en la que obtuvo más puntos después de navidad.
En el último curso en Stamford Bridge, tras una primera vuelta casi perfecta con 45 puntos, el equipo se fundió en la segunda y acabó perdiendo el campeonato al empatar los cinco últimos encuentros. El Manchester United terminó mejor y le arrebató la que podría haber sido su tercera liga consecutiva.
Fue en su época en el Oporto, donde el entrenador portugués confirmó su capacidad ganando siete títulos en dos temporadas, cuando empezó la ‘maldición’. En su primera prueba de fuego como técnico, Mou sumó idéntico número de puntos (45) en la primera mitad de ambas temporadas aunque luego bajó un poco el nivel para sumar 41 y 37 puntos respectivamente.
“La preparación física no es la clave”
Mucho se ha hablado de las innovaciones en cuanto a la preparación física que ha introducido José Mourinho en el mundo del fútbol. Pero para Miguel Portas, ex preparador físico de las categorías inferiores del Deportivo de la Coruña, las diferentes filosofías que proponen los técnicos del Barcelona y el Real Madrid no definirán el resultado final y serán otros condicionantes (tácticos, psicologicos o de lesiones) los que decidirán el campeonato.
Para Portas, no existe ningún motivo que haga pensar en un bajón en el rendimiento de los equipos de Mourinho en la segunda vuelta. “Él apuesta, a diferencia de otros preparadores, por desarrollar la parte táctica para que los jugadores asimilen su sistema cuanto antes, que cada jugador conozca qué debe hacer en cada momento en el terreno de juego, para que todos piensen como uno”, explica. Y es en ese entrenamiento táctico donde el portugués introduce componentes físicos, técnicos y psicológicos, desarrollados por separado por otros preparadores.
Según explica Portas, en esos ejercicios Mourinho no modula el volumen de la carga de trabajo, sino que apuesta por la máxima intensidad. En la mayor parte de equipos el volumen y la intensidad van de la mano para obtener un mejor estado de forma. El portugués solamente se centra en “que sus jugadores estén concentrados al 100% durante los entrenamientos. Máxima intensidad, que es la que tendrán que tener durante un encuentro”.
Para el preparador físico, durante la temporada la diferencia no estriba en una mayor o menor carga de trabajo, sino en la distribución de las sesiones según el nivel de fatiga psicológica que su equipo está soportando, “pero siempre exige la máxima intensidad a todos y cada uno de sus jugadores”, asegura. El sistema de entrenamiento específico, por contra, demanda un control en la evolución física de cada jugador, la modulación del volumen y la intesidad, y la medición de parámetros para obtener los mejores resultados a lo largo de la temporada, que es lo que hace el Barça.
Este debate entre dos modelos teóricamente muy distanciados no es en la práctica tan relevante para Portas: “Hoy en día el físico no marca las diferencias, y en realidad los resultados entre la preparación del Madrid y el Barça son muy similares. Serán otros condicionantes como la capacidad táctica, psicológica o las lesiones los que decidirán la victoria de uno u otro”
ROBERTO RODRIGUEZ,DAVID RUIZ. VANGUARDIA.ES
RECOPILACION FUTBOL EN DESARROLLO
2 comentarios:
Pienso que la explicacion es que sus equipos son muy dependientes del entrenador, porque su fortaleza esta en el referente del lider, y no en la fuerza del grupo. Ademas sus equipos no tienen una preparacion fisica planificada a largo plazo, si no que el trabajo psicologico del lider les hace explotar sus cualidades fisico-tecnicas.
Posted by Pablo Ramos Lopez
José Ramón García Reillo • Sin dudarlo por el componente psicológico, debido al estilo de trabajo que realiza, en una esquemática a corto plazo eficaz pero a largo plazo no rentable, debido a motivar entre otras situaciones a los jugadores y personas que le rodean con un componente superior a resto y que a lo largo del tiempo se monotonizan. En lugar de entrar en una dinamica irreal pero más sugerente para un grupo como es el de variar las formas de pensamiento y asi no entrar en el aburrimiento de ver como el resto de la humanidad esta por debajo de ellos. Por lo cual si además de emplear muchas horas de trabajo en el entrenamiento en sí (en todas sus áreas) se involucrase un poco más de tiempo de variar las tácticas mentales, seguramente le iría de manera más eficaz las cosas...
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