Pudo haber jugado en Boca. Fue a comienzos de los años 60,
cuando Alberto J. Armando lo fue a buscar a Madrid para que dejara el
Atlético y se sumara al equipo de estrellas que estaba conformando. “Te
quiero llevar a Boca, te pago el doble”, le dijo el legendario
presidente xeneize. “Don Armando, yo recién llegué acá y tengo cinco
años de contrato”, respondió él. Recién en 1996, como coordinador de
Inferiores, Jorge Griffa y Boca se encontraron. La relación se
interrumpió cuando se fue a trabajar para la Federación Mexicana. Y
renació el año pasado, ya no como jefe sino como una especie de
consultor y supervisor. “Ahora manejo mis tiempos, sin la exageración y
la locura de antes, cuando trabajaba de 8 a 22”.
-¿Cómo encontró a las Inferiores en su vuelta?
-Tanto
en Newell’s como en Boca, cuando agarramos la primera vez, estaban
menos diez. Ahora, acá está todo encaminado. Lo que sí cambió en este
tiempo es la mentalidad de los chicos, porque se insertó un problema,
que es la parte económica.
-¿Antes los pibes jugaban por jugar y ahora no?
-Era jugar por el hecho de llegar a Primera. Ahora cambió y tomaron un
perfil económico, llegar a Primera para ganar dinero. Eso tiene que ver
con que antes se iban menos a Europa y había que jugar mucho tiempo más
para poder irse. Es un cambio que empezó a darse cuando llegué a Boca en
1995. Hoy se pierde el equilibrio: primero debe ser el fútbol y luego,
lo económico.
-¿Lo económico afectó el nivel?
-No le ha hecho nada bien, cuando hay una exageración es perjudicial. El aspecto económico tomó un nivel superlativo.
-Ahora que está de nuevo, en esta realidad, ¿cómo analiza el fútbol juvenil del club?
-Va
a tener su proyección, como está programado, lo que pasa es que los
tiempos son los tiempos. Después de los 15 años se empieza a ver lo que
puede ser como jugador y sigue creciendo. De los 20 a los 24 demuestra y
avisa que seguirá en desarrollo. Y después de esa etapa alcanza el
momento cumbre. Hasta que a los 30 entra en la realidad de la vida. La
parte técnica se mantiene, la física se va perdiendo y la psicológica es
cada vez más brillante.
-El trabajo en juveniles se mide por los jugadores que aparecen y se venden. ¿Hay más?
-Que no queden dudas de que van a seguir apareciendo. Naturalmente, el
equilibrio de las ventas y el desarrollo de los chicos v
a de la mano.
Los directivos deben pensar que van a poder vender cuando tengan el
relevo correspondiente y no antes.
-¿Por qué en este momento no aparecen?
-Sucede que el estado de crispación en la sociedad se corre para el
lado del fútbol. Hay ansiedad desmedida. Si ganás, sos exitoso; y si no
ganás, es un fracaso. Es la ley natural. El club y los técnicos no
quieren estar del lado de la parte perdedora. Pero no hay que pasarse de
rosca.
-¿Cuándo es más fácil llegar a Primera? ¿Cuando Boca ganaba todo o ahora que no se gana?
-Si se pone a un chico en Primera y se está en etapa perdedora, se hará
muy difícil. Y en etapa ganadora, en cambio, con toda seguridad habrá
un porcentaje elevado de tener éxito.
Ramiro Scandolo OLE.
RECOPILACION FUTBOL FORMATIVO
1 comentario:
Trabajé muchos años junto a él. Es un fenómeno por donde se lo mire.
De los poquitísimos MAESTROS del futbol que aún existen. De esos que solo buscan que mejorarle a cada uno para lograr lo mejor.
Me ayudó incluso mucho para lograr la clasificación de aptitudes de futbolistas que nos sirve de base para hacer un análisis en profundidad de la performance de los jugadores segun las diferentes áreas que intervienen.
Un placer conocer a gente así
Posted by Juan Carlos Gimeno
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