PANYEE FC: "CUALQUIERA QUE SEA EL DESAFIO...TU ERES EL QUE DECIDE SI ES POSIBLE"

 

En 1982 se publicó en España un libro titulado 'Mordillo football', en el que se recogían -con prólogo de Pelé incluido- algunas viñetas del genial dibujante argentino Guillermo Mordillo. En ocasiones, sus simpáticos monigotes protagonizaban pequeños guiños humorísticos dentro del terreno de juego. Y, en otras, algunos futbolistas peloteaban en lugares inhóspitos e insospechados, como acantilados, islotes o lejanos pueblos de montaña. Este último enfoque constituía una forma amable de imaginarse la dimensión global del fenómeno fútbol, un deporte que, según decían, se practicaba en cualquier rincón del mundo, como un lenguaje universal.

 

Ahora, con el uso de una parabólica bien orientada, es posible aficionarse a ligas remotas y recitar con virtuosismo silábico la alineación de cualquier equipo coreano. Pero, probablemente, quien sostuvo aquel libro de Mordillo en sus manos, sepa reconocer que no siempre fue así, y que ha habido un lento proceso a través del cual el balompié ha ido aquiriendo su pasaporte de ciudadano global. Y también es cierto que este aperturismo nos permite reconocer a esos pequeños seres narizotas que dibujaba el argentino en historias minúsculas como la del Panyee FC.

 

Esta semana se ha expandido a través de internet un lacrimógeno spot publicitario del banco TMB, que cuenta la historia real de un modesto equipo tailandés, el Panyee FC. Los habitantes de un retirado pueblo pesquero, un lugar que flota sobre el mar, se juntaban a menudo para ver partidos de fútbol a través de la televisión. Sin embargo, estos mismos habitantes convivían con la frustración de no poder jugar al fútbol, debido a las limitaciones de espacio en su ciudad flotante. Finalmente, se lanzaron a construir un rudimentario terreno de juego -con profusión de pelotas que acababan en el agua-, y con el paso del tiempo se acabaron convirtiendo en uno de los mejores equipos del sur de Tailandia, según cuenta el vídeo.

 

Procedente de una latitud igualmente ajena al epicentro futbolero se encuentra la provincia Nor Yungas, en Bolivia. Esta semana, Matt Simpson ha publicado en Sabotage Times la historia del "equipo de fútbol más peligrosos del mundo" (en inglés). Este autor se ha desplazado a la región para seguir un partido del Selección de Coroico, y cuenta: "Es cierto que, a primera vista, el equipo boliviano no parece ser tan temible. El lateral izquierdo René Flores posee el físico de una colegiala de mediano tamaño. El extremo José Luis García podría ser tomado por el personaje de una pintura de Lowry (...) Pero no es su porte imponente lo que lo convierte en el equipo más peligroso del mundo. Es por el hecho de que para llegar a su estadio es necesario viajar por la carretera estadísticamente más peligrosa del mundo. 'La carretera de la muerte', como cariñosamente describen los lugareños a este camino de 80 kilómetros, con una media superior de 100 muertes al año -casi una cada tres días-, que es una trituradora de nervios, con sus caídas a plomo, visibilidad cero, toboganes de barro".

 

Estas historias ilustran con brillantez ese carácter universal del fútbol, esa superación de barreras y esa necesidad de jugarlo que ilustraba Mordillo, como si, a través de estos minúsculos relatos, comprobásemos que a aquellos monigotes les han crecido los pies, y que debajo de esos personajes hay rostros perfectamente discernibles que desafían con naturalidad los más grandes obstáculos naturales.

Y quizás nos deleitemos especialmente en estas imágenes, y queramos saber de ellas, y sean necesarias, por aquello mismo de lo que hablaba el escritor Juan Villoroen una espléndida conferencia: "Lejos de los fichajes multimillonarios, en una playa sin nombre, alguien patea una pelota o algo que la representa: un bulto de trapo, una lata, una bolsa llena de papeles. Ese gesto transmite un placer inexpresable: el de jugar por jugar (...) En perpetuo estado de infancia, el aficionado al fútbol busca capacidad para la magia. Aunque contemple un encuentro lastrado por el dopaje, el mercado y las impresentables bajezas de los ultras, puede encontrar ahí la playa desconocida donde alguien domina un balón por el gusto de hacerlo".

 

Panyee FC  TMB Bank ha lanzado una nueva vision de su marca "Haz LA Diferencia" haciendo un filme para inspirar a las personas a pensar diferente. Con la esperanza de que lograrn hacer LA Diferencia en su propio mundo. No tiene que ser grande, pero de a poco puede lograr hacer cambios positivos. Este filme esta basado en una historia verdadera. Es en 1986 de un equipo que vivía en una pequeña villa flotante al sur de Tailandia, llamada "Koh Panyee". Creditos: Client: TMB Bank Public Company Limited, Thailand Advertising Agency: Leo Burnett & Arc Worldwide Creative Director: Sanpathit Tavijaroen Art Director: Park Wannasiri Copywriter: Puttipong Pattanapongsagorn, Chanwit Nimcharoen Producer: Sompetch Nuntasinrapachai Account Service: Suthasi Sukpornsinchai, Phatarada Tritiprungroj Directed by: Matt Devine of The Glue Society, D.O.P: Geoffrey Simpson, Producer: Alice Grant, Production Company: Revolver Film. Edit... más

Alvaro Llorca elmundo.es

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