Alguien dijo una vez que el tiempo solo tiene una realidad, la del instante, y que ese instante es el único terreno en que dicha realidad se pone a prueba.
En un partido de fútbol cada jugador está en permanente espera de ese instante, el que le dará la oportunidad de un pase, una recepción, una gambeta o un remate. El jugador debe saber que el instante NO tiene dos caras y la mayoría de las veces será única e irrepetible.
Para estar preparado y realizar lo mejor en ese instante, el jugador debe reunir cualidades específicas para dominar el balón, ese elemento casi endemoniado por el que se lucha dentro de una dinámica impredecible y en el que no siempre se tiene la suerte de ganar.
Cuando se enfrentan dos equipos, las posibilidades de un triunfo dependen de la gestión inteligente acerca de la explotación de las situaciones favorables de ataque de uno con respecto a la defensa del otro. Y como el fútbol se desarrolla dentro de una actividad motriz muy compleja, el jugador debe, en la mayoría de los casos, tomar decisiones antes de actuar y así utilizar con inteligencia el instante del que se hablaba antes.
El jugador debe así primero percibir la situación en la que él se encuentra para continuar una jugada. Luego que recibió el balón, debe analizar y decidir en fracciones de segundos, qué es lo mejor y pasar a la acción ejecutora, en la que interviene su sistema neuromuscular, para llevar adelante lo que decidió, en la mayoría de las veces con los pies. Es muy probable y esto se enseña hoy, que ya sepa que va a hacer si le llega el balón.
Si el jugador está permanentemente “leyendo” el partido, será beneficioso para él ya que no solo podrá saber en qué espacio se encuentra, sino en qué espacios están también sus compañeros y sus rivales utilizando la visión periférica y la campimetría.
Muchas veces se habla de la diferencia de inteligencia entre los mismos jugadores de un equipo lo que, indefectiblemente, se manifiesta a favor de quienes poseen un plus demás por sobre los otros. Se reconoce además, que existe una oposición del rival con limitaciones de tiempo y distancia.
Por eso, para que el jugador tenga un entrenamiento adecuado para aprovechar al máximo los instantes, debe hacerlo pensando que el mismo representa una suma de factores en los que están las capacidades condicionales, las específicas, lo táctico y lo psicológico.
Así se deberá entroncar los métodos científicos en lo humano a través de lo pedagógico y por lo tanto un Proyecto de preparación de un equipo, debe tener en cuenta la interacción de diferentes factores que intervienen en los resultados positivos.
Para destacarse en el fútbol, el jugador debe dominar eficientemente todas las capacidades específicas junto a un adecuado estado físico pero también deberá penetrar en los secretos del juego donde se conjugarán esos instantes más su inteligencia y el rigor científico. Este último le dirá cuanto de preparado está para afrontar con solvencia un partido de fútbol. Si a todo ello se le agrega la motivación, como principio activo que modifica su esfuerzo y organiza su conducta, más el sacrificio personal y por el equipo, estaremos así ante la presencia de un jugador que rápidamente se destacará por sobre los demás.
PEDRO HECTOR CORNEJO
RECOPILACION FUTBOL FORMATIVO
1 comentario:
Fernando Iriarte Cubillo • Comparto casi todo lo expuesto. Añadiría ue una vez que el aspecto físico e incluso técnico.táctico están cada vez más igualados, ahora el factor determinante para ganar partidos es el psicológico: fortaleza mental, mantener concentración y capacidad de sufrimiento son valores que cada cobran más fuerza y que también son entrenables.
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