"TODOS HABLAN DE PEP PERO NADIE DE BENAIGES"

Albert Benaiges, el director de la escuela del FC Barcelona repasa el presente dorado azulgrana tras 19 años de trabajo y anécdotas.

Una anécdota resume los 19 años de Albert Benaiges en el fútbol base del Barça. Un día, a las dos semanas de entrar en el club, el hoy director de la Escuela, tuvo que secar las lágrimas a aquel desconocido chaval de 13 años que hoy tiene dos Balones de Oro. Benaiges (55 años) se irá a Dubai porque el Al-Wasl le puso sobre al mesa una oferta irrechazable por cinco años. No descarta volver.

Una ocasión única.

Sí, la tengo que aprovechar. Es un proyecto jugoso, un reto personal, un cambio importante en mi vida.

¿Cómo surgió todo?

A través de un representante que vive en Mallorca y trabaja mucho en el Golfo Pérsico. El jeque de allí me localizó por Internet y me hizo viajar hasta allí para enseñarme el proyecto. Hace 20 días firmamos el contrato.

¿Qué le piden?

Que en un plazo de tiempo, el primer equipo tenga jugadores del fútbol base e intentar imponer el estilo Barça. Ya les dejé claro que esto no es de un día para otro, se necesita un mínimo de 5 años para empezar a ver los frutos. El nivel de allí sería como el del Cornellà aquí, aunque en el primer equipo jueguen jugadores del nivel de Oliveira o Yeste.

¿Se llevará colaboradores?

Sí, a dos pero todavía no están decididos. Yo haré de director técnico y ellos harán de entrenadores desde los 15 años para abajo.

¿Las instalaciones están preparadas para lo que le piden?

Ahora son antiguas, pero ya tienen en marcha una ciudad deportiva, con una nueva con residencia incluida.

¿Exportará el estilo del Barça?

No tengo otro. Ya lo puse en práctica en el Sants y luego lo seguí en el Barça durante 19 años en dos etapas. Será poco a poco. Ahora el primer equipo juega con un 4-4-2.

Si en el Barça no se hubiera visto relegado a la FCBEscola, ¿también se habría ido?

Sí. Aquí en España, en el fútbol base, no se mueven las cantidades que se ofrecen en otros sitios. Ha coincidido que no tenía atadura sentimental. Al morir mi madre, a la que estaba muy unido, sentía que ya no tenía nada que me atara aquí. Además, mi hijo, de 23 años, se viene conmigo a hacer de cocinero.

¿Habló con alguien antes?

Sí, mientras estuve allí hablé con Yeste y me dijo que era un club serio, que no tendría ningún problema.

¿Tenía más ofertas?

Sí, una del gobierno australiano, otra de Atenas, y un par de aquí. A esta oferta no le podía decir que no.

¿El club le hizo una contraoferta?

No, contraoferta no pero el club se ha portado muy bien conmigo. Rosell y Zubizarreta intentaron retenerme pero les enseñé los números...

¿Y?

Me dijeron si podían venir conmigo... (ríe) Como me quieren, hicieron lo que debían. Me dijeron: 'vete allí, pásatelo bien, disfruta y si al tercer día te da un golpe de calor, vuelves. Aquí tendrás trabajo'. Les estoy muy agradecido. Si voy allí es gracias al Barça

¿Deja muchos amigos?

Sí, Joan Vilà, Pozanco y Alexanko son como hermanos para mí. El gran descubrimiento fue Alexanko. Por su forma de ser, por cómo es, por cómo toma decisiones, porque siempre mira por el bien del club. viví cinco años con él excelentes. Es verdad que no era muy comunicativo pero era un profesional. No quiero olvidarme de Oriol Tort y Martínez Vilaseca, que fueron los que me ficharon. Y de Angel Pedraza. Era íntimo de Ángel, una gran pérdida. Me pilló en Dubai.

¿Esta oferta es consecuencia de los éxitos del Barça?

Sin duda. El Barça está en boca de todo el mundo. Si yo llego a estar en el Sants seguro que no me fichan. El Barça me ha dado la proyección y ahora me llega la recompensa.

¿Qué le ha dicho Iniesta?

Él ya lo sabía. Mi entorno más cercano lo sabía todo. Me apoyan. Es un país muy occidental.

Por cierto, ¿le sorprendió la decisión del Balón de Oro?

Esperaba que se lo llevaran Xavi o Iniesta. Me dejé llevar por las quinielas pero si sólo se tenía en cuenta quién era el mejor, el mejor es Messi.

¿Qué receta se lleva a Dubai?

Una forma de jugar que yo conocí con mi padre, que fue entrenador en México. Todos sus equipos eran de tocar. Se llamaba Andreu, jugó con Ventolrà, Lángara...

Y lo transmitió.

Cuando llegué aquí tuve la oportunidad de jugar en la Peña Anguera, que jugaba muy bien al fútbol y a partir de allí me hice entrenador y empecé en el Sants, donde sacamos a nueve jugadores que han jugado en Primera, y algunos todavía están en activo, como David Belenguer, del Betis.

¿Y qué recuerdos se lleva?

Muchos. Ya soy como un yayo. He dirigido a casi todos los equipos inferiores del club, salvo el B.

¿Cuántos jugadores de los que están hoy en la cantera ve en en el primer equipo?

Varios. No diré los nombres porque es malo para ellos, pero dentro de diez años se podría dar un primer equipo con diez titulares de la casa.

¿Y de los africanos?

Hay un par que estoy seguro que jugarán en el primer equipo.

¿Ve también un sucesor de Messi?

Es difícil, es el mejor del mundo. Hay muchos niños que sortean a los rivales, pero lo difícil es seguir haciéndolo en cada una de las categorías que vas superando. Además, él era un futbolero. Nunca le importó jugar con el Juvenil A, luego hacerlo en el B, luego subir al C o el B y volver al Juvenil. Y muchos dicen: ¿Ahora tengo que volver al Juvenil? Eso con Leo nunca pasó. El entorno hace muchísimo.

¿Cómo ve que niños de 12 años tengan ya representantes?

Fatal. Para mí son un cáncer, por eso no hablamos con ellos. No todos son iguales, hay que suman, pero también hay bastantes que restan. Algunos llevan a muchos y se dedican a dos. Tengo una gran anécdota.

Cuéntela.

Me llamó Manuel Segura y me dijo que había visto un zurdo en el equipo de su hijo que era una maravilla. Fui a verlo y sí, lo queríamos. Luego recibí la llamada de su representante.

¿Y qué le dijo?

¿Qué lo llevaba él? Y yo le dije, que ningún problema, que lo acompañara. Y él insistió que lo llevaba, que lo representaba. Y entonces le dije que se fuera a pastar. Era Fran Mérida.

¿Tiene alguna con Messi?

Sí, a la segunda semana de entrenarle. Jugaba en los partidillos y le hice una entrada por llegar yo tarde al balón. Tenía los labios llenos de sangre, lloraba y tuve que lavarle la cara. No paraba de llorar.

¿Fue su primer entrenador?

No, fue Xavi Llorens. El entrenador que tenía no le quería por bajito y tuvimos que hacerle jugar con el Infantil B. Era muy pequeño.

Pues tiene dos Balones de Oro.

Nunca lo imaginé.

¿Pep Guardiola?

Es único. Es muy difícil que salga otro. Uno que haya crecido en el fútbol base, que conozca la casa, que haya ganado lo que él, que se haya rodeado de técnicos de aquí. Se ha juntado la mejor época de la cantera con el mejor entrenador.

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