José Mourinho dirige su equipo como
Riccardo Muti su orquesta; y Pep Guardiola al Barça como Herbert von
Karajan dirige la suya. Aunque parezca que la música clásica y el fútbol
no tengan muchos aspectos comparables, cuando se analiza a qué se
tienen que enfrentar los directores de ambas actividades para conseguir
el éxito, sí que se pueden trazar algunas similitudes.
Hacer trabajar a un grupo de personas
juntas en la misma dirección, para conseguir un objetivo común, es algo
que muchos líderes intentan cada día. Cuando este grupo de personas son
profesionales de alto nivel, el reto para el líder es más difícil. Si
algunos de los miembros del equipo se consideran estrellas (o fueras de
serie) en su profesión, hacerles parte de un equipo, una pieza más, es
una tarea que sólo algunos grandes líderes son capaces de llevar a cabo.
Existe mucha literatura y teorías de
cómo ser un buen líder, de cómo motivar a un equipo de personas. Lo que
es evidente es que no hay un modelo único de liderazgo y que el
utilizado por cada líder, sea en el campo que sea, debe ser auténtico,
es decir, en sintonía con los valores de éste, su carácter y su
personalidad.
El director de orquesta israelita Itay
Talgam opina que dirigir una orquesta sinfónica es armonizar muchas
historias (la del compositor, la de los músicos, la de los fabricantes
de los instrumentos, la de la audiencia,…) para que formen una sola.
Para ello, es necesario coordinar a un grupo de profesionales de
altísima cualificación, con dominio de técnicas muy complejas obtenidas a
través de años de estudio y práctica, un grupo de artistas que
interpretan una obra de arte. Hacer que esta mezcla de técnica y arte
individuales se ejecute en sintonía con decenas de colegas, es todo un
reto para el director.
En la conferencia de TED, Itay Talgam
explica, de una manera sumamente divertida y llena de sentido del
humor, su análisis sobre la forma de dirigir que tienen todos estos
grandes maestros. En unos divertidos 18 minutos vemos el estilo de
dirección de estos grandes directores y cómo interactúan con sus
músicos.
El nivel de diferenciación que van adquiriendo los estilos de
dirección y la forma en que proyectan su imagen Guardiola y Mourinho
requieren una atención que entiendo que va más allá de lo deportivo.
Hace ya unos meses publicaron un libro en esa línea dos profesores de
liderazgo empresarial (Gallardo y Cubeiro, Alienta Editorial), y el
mismo Guardiola ha protagonizado una campaña de publicidad de una
institución financiera que partía de su filosofía de dirección de
equipos. También hay quien ha comparado sus estilos a los de directores
de orquestas famosos, acercando Mourinho a Muti y Guardiola a Von
Karajan, basando esa afirmación en una magnífica presentación del
director de orquesta Itay Talgam disponible en Internet (www.ted.com).
La dimensión global del FC Barcelona y del Real Madrid, su constante
rivalidad y los contrastes entre ambos personajes ayudan a la
popularidad de esos contrastes.
Riccardo Muti: Como se ve en el vídeo, Muti entiende su labor como la de “preservar la esencia de la pieza, como la creó su compositor”
(o cómo Muti interpreta que el compositor la creó). Para ello da las
órdenes claras, quizás demasiado claras. No permite a los músicos
ninguna desviación de la pauta marcada. Muti es un gran maestro
reconocido mundialmente, pero ese excesivo control llevó a que los
músicos de la Scala de Milan le pidiesen en bloque que se fuese ya que
no les proporcionaba la mínima automomía necesaria para expresar su
arte, sus sentimientos, dentro de la pieza. Se sentían como máquinas en
las manos de Muti y no podían contribuir, eso les desmotivaba.
Herbert von Karajan:
Todo pasa dentro de su cabeza y los músicos deben deducirlo. Cómo intuir
lo que pasa por la mente de von Karajan es difícil: tienen que mirarse
unos a otros y coordinarse entre ellos, mientras “van asumiendo” lo que
el director quiere a través de sus gestos ambigüos. Él marca la
filosofía, el estilo, los principios,… para después, dejar al equipo
interpretarlo con libertad pero siguiendo su idea, sin
sobre-comunicarla. Esta forma de dirección hace que el grupo esté más
unido y sean dependientes unos de otros. Hay un liderazgo compartido.
Estos ejemplos, sacados del mundo de la
música, son completamente asimilables a muchas otras actividades donde
grupos de personas actúan unidas. El líder combina en armonía:
motivación, automonía, libertad, disciplina, grupo, técnica, arte,…
Descifrar y copiar su estilo y fórmulas de éxito es una labor muy
complicada, ya que mucho de ello está basado en personalidad y
experiencia.
En el mundo del fútbol nos encontramos
con dos líderes de éxito: Mourinho y Guardiola, cada uno con un claro
modelo de dirección, y significativamente diferente entre ellos.
José Mourinho: Puede
gustar más o menos, caer bien o mal, pero lo que es indiscutible es que
sabe ganar. Su estilo parece muy similar al de Muti: orden, control,
disciplina, y en definitiva “aqui mando yo, y pase lo que pase yo soy el responsable”. En este vídeo de Cuatro se presenta su estilo y sus “10 mandamientos”. Su principal mandamiento: “La victoria por encima de todas las cosas”
Sus mandamientos relacionados con su filosofía de equipo:
- “Los jugadores no son las estrellas, la única estrella es el equipo”
- “La culpa es del entrenador, la responsabilidad de todos”
- “Queda terminantemente prohibido borrarse (inhibirse)”
- “Todos los jugadores son igual de importantes, y a cada uno hay que dedicarle su tiempo”
- “Cada jugador, antes de cada partido, recibe los detalles personalizados del contrincante en su área de juego”
Sus mandamientos relacionados con la disciplina de grupo:
- “Puntualidad”
- “El Hotel es un bunker, no se habla con nadie”
- “Sólo se consume agua”
- “No teléfonos móviles, no visitas”
- “Se entrena muchas horas al día”.
Se trata de un estilo muy similar al de Riccardo Muti. En el caso de Mourinho, “la
victoria por encima de todo, yo soy el foco de atención, yo marco las
reglas, los detalles y cada jugador ejecuta su papel como yo se lo
defino”. En el de Muti, “Yo tengo la misión de interpretar la pieza
como el compositor la concibió, y para ello, yo marco todos los
detalles de cómo cada músico lo tiene que hacer. La disciplina de la
ejecución ante todo”.
Pep Guardiola: Pep
entiende el fútbol como un sistema de juego muy especial (dicen que lo
aprendió de Cruyff). Más que amoldar cualquier jugador al sistema,
selecciona a los que mejor se adaptan al mismo. Luego deja que ellos interpreten el juego, los detalles.
Parece que Guardiola está presente, pero
no omnipresente. No comunica los detalles de lo que quiere, pero sí la
filosofía de su manera de entender el fútbol. Mantiene un entorno de
actuación pero, dentro de ese entorno, da libertad a los jugadores para
buscar su lugar. Marca reglas básicas de disciplina, sin embargo, no al
nivel de Mourinho. Pep es el jefe, aunque no lo deja todo claro, hay que
interpretarle.
Como von Karajan, todo pasa en su
cabeza, no lo comunica claramente y los jugadores se tienen que mirar
unos a otros, e interpretar el sistema. La victoria o la pieza es
importante, pero hay algo más: belleza, autonomía, interdependencia,
identidad… El equipo comparte el liderazgo.
Mourinho transporta una forma de ver el mundo muy individualista y egocéntrica. Me interesa aquí tratar de conectar esa fuerte dualidad con temas más
sociales y políticos. Entiendo que Mourinho transporta una forma de ver
el mundo muy individualista y egocéntrica. Constantemente se esfuerza
en dejar claro que él es un profesional, un free rider, que hoy
está aquí y mañana estará en otro lugar. Tras el partido contra el
Málaga, insistió: "Si no están contentos, me voy", y acusó al resto del
mundo de ser hipócrita. Quiso dejar claro que no le preocupa que con su
actitud erosione la tradición de "señorío" del Real Madrid. Su última
frase en la rueda de prensa fue una verdadera perla: "Mi mundo es otro".
Una persona sin raíces, que efectúa su trabajo con gran frialdad y
profesionalidad, que parece saber siempre qué debe hacerse y quién debe
hacerlo. No busca el carisma, busca el resultado. No tiene ningún
interés en ser querido. Prefiere ser temido. Le avalan sus resultados,
no sus afectos. Guardiola trata, hasta el exceso, de difuminarse en el
conjunto. Su fuerza es el colectivo. Es políticamente correcto, pero no
es convencional. En su corrección anidan sus valores y convicciones, y
de manera consistente van emergiendo cuando así se requiere. No precisa
hablar de raíces o de coherencia en su trayectoria. Es plenamente
consciente de que transporta esos elementos en su propia figura. No hace
gala de ello. Simplemente es.
Mourinho puede ejemplificar esa figura de ejecutivo frequentflyer,
codiciado por las multinacionales, sin ligámenes ni vínculos personales
o de entorno que le impidan hacer en cada momento lo que sea más eficaz
y eficiente. Un utilitarista nato, poco interesado en saber quiénes son
los que le rodean, sino más bien preocupado en para qué le pueden
servir. Y a los que no le sirven, no tiene reparos en decírselo. Desde
mi punto de vista, señala esa deriva del valor fundamental y muy
contemporáneo de la autonomía personal, hacia un individualismo sin
lazos. Partidario de que cada uno se busque la vida como buenamente
pueda. Las lógicas de solidaridad o reciprocidad resultan desde esa
perspectiva valores molestos o solo justificables desde la compasión de
quien es superior. En esa mirada binaria y evidentemente simplificadora,
Guardiola defiende al máximo la individualidad de sus jugadores, pero
siempre en una lógica de autonomía con. La propia lógica del juego desplegado por el equipo se basa en yo solo no puedo.
La interdependencia es una constante, no una variable. El trabajo en
red se practica como fundamento. Sobran los egoístas, los insolidarios,
los gorrones.
El cambio de época en el que estamos metidos
exige replantear muchas cosas. También las formas de convivir y de
organizarnos. Frente al utilitarismo salvaje del mercado, podemos buscar
antídotos no burocráticos o estatalizadores. Construir lo común, formas
de convivencia que partan de la dignidad de las personas más que de su
estricta productividad mercantil. Mi lectura de las personalidades aquí
caricaturizadas parte del sesgo evidente de mi adscripción desde antes
de tener uso de razón al FC Barcelona. Pero nos deberían hacer pensar en
los modelos de convivencia y de relación en los que preferiríamos
vivir.
Pilar Arastey
Joan Subirats
RECOPILACION FUTBOL FORMATIVO
1 comentario:
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