A la selección brasileña
le hubiese bastado un empate ante Italia para alcanzar las semifinales del
Mundial de 1982. Habría sido el premio mínimo y merecido para un equipo
compuesto por un centro del campo de fábula: Sócrates, Zico, Falcao y Eder. Hay
entrenadores incapaces de renunciar a sus principios futbolísticos bajo ninguna
circunstancia. Tele Santana lo fue entonces. Aquella brillante selección quedó
eliminada 3-2 víctima de su propia valentía. Brasil fracasó, pero su jogo
bonito perdurará siempre.
Santana nació en 1931 en
Itabirito, al sureste del país. Se crió en un ambiente futbolero favorecido por
la figura de su padre, entrenador y presidente del equipo local. Junto a él
depuró sus facultades como delantero. Empezó a volar en solitario a los 20 años,
en el Fluminense. Era un joven de aspecto frágil, pero ágil e inteligente.
Abordaba con descaro defensas temibles. No se intimidaba ante nadie. Amaba los
retos. En Brasil se le recuerda como un amante de las causas perdidas.
"Más importante que
ganar una Copa del Mundo es presentar el mejor fútbol. Lo importante es el
espectáculo". Esta frase de Santana justifica la inesperada derrota
mundialista del 82, bautizada como 'la tragedia de Sarriá'. El orgullo por el
juego que desplegó la selección hizo aún más amarga la desdicha de la torçida.
Algunos hinchas desbocados intentaron quemar su casa. Optó por la distancia y
se refugió en el dinero saudita del Al-Ahli, su única experiencia en el
extranjero.
Nunca antes un
seleccionador brasileño había tenido una segunda oportunidad tras un fracaso
mundialista.
Para entonces parecían
muy lejanos los éxitos conseguidos en los diferentes campeonatos estatales en
los que había entrenado. Su carrera en los banquillos comenzó en su querido
Fluminense en 1969. Logró títulos con el Flu, con el Atlético Mineiro
(1970-1976) y el Gremio (1977-1979). Tras un paso baldío por el Palmeiras aceptó
el cargo de seleccionador.
El peor error que se
pudo achacar a Santana en 1982 fue el de intentar ser fiel a la tradición de
una camiseta. Su honestidad futbolística fue el mejor crédito que encontró la
CBF para ofrecerle la ocasión de la venganza mundialista. Nunca antes un
seleccionador fracasado había tenido una segunda oportunidad. Se le consideró
el último hilo de esperanza -fio de esperança- al que aferrarse para ganar el
Mundial de México de 1986. El pasado y la responsabilidad resquebrajaron la
filosofía de un escarmentado Santana. "Esta vez no cometeremos los mismos
errores. Jugaremos a la defensiva", anunció. Hubo demasiadas distorsiones
internas y externas durante el clasificatorio sudamericano y el torneo. Brasil
no pasó de cuartos.
Pese al doble fracaso
conquistó el cariño de la fanática afición brasileña. La revista Placar quiso
saber cuál era para sus lectores el mejor entrenador de la historia del país
como motivo del partido número 1.000 de la selecçäo. El elegido fue Tele
Santana.
Con maestría hizo del
Sao Paulo el mejor equipo del mundo a principios de los 90. Lo ganó todo en
Sudamérica (un Brasileirao, dos Libertadores, dos Recopas, una Supercopa…) y
extendió su dominio al resto del mundo al hacerse con la Copa Intercontinental
durante dos años consecutivos y ante dos equipos de leyenda: el Barcelona de
Johan Cruyff, en 1992; y el Milan de Fabio Capello, en 1993.
Un derrame cerebral en
1996 le obligó a dejar de entrenar para siempre. Fumador y diabético, debía
atender su salud por encima de cualquier cosa. Aunque siguió ligado al fútbol
como asesor del Palmeiras, el futuro sólo le deparó complicaciones. Tele
Santana falleció el 21 de abril de 2006. Su cuerpo descansa abrazado por el
afecto de millones de brasileños en el cementerio Parque de la Colina, en la
capital del estado de Minas Gerais, en la ciudad de Belo Horizonte.
"El fútbol es arte, es divertido,
siempre atacando"
"Si tengo que mandar a mi equipo a
dar patadas al rival o a ganar con un gol robado, prefiero perder el
partido"
"No hago milagros, no soy un
inventor. Sólo trabajo con dedicación y mucho respeto"
"Hay quienes me llaman romántico,
pero me dedico al fútbol y eso me satisface mucho"
ANGEL LICERAS MARCA.COM
RECOPILACION FUTBOL FORMATIVO
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