PRETENDE COMPARTIR E INTERCAMBIAR CONOCIMIENTOS PARA EL DESARROLLO DEL FÚTBOL MUNDIAL.
martes, 9 de marzo de 2010
UNA NUEVA DEFINICION DE TALENTO PARA EL FUTBOL
Conozco a muchos futbolistas profesionales a los que no les gusta el fútbol (Ronaldo asegura que no ve partidos en televisión porque le aburre). Algunos lo reconocen y otros no, pero la realidad es que, si no vives tu profesión con pasión, si no tienes alegría, entusiasmo e ilusión por aprender, si no te preocupas por mejorar en cada entrenamiento y por rendir más en cada partido, es imposible que puedas desarrollar al máximo todas tus capacidades para jugar al fútbol. Esto no implica que puedas ser un buen jugador, pero nunca llegarás a ser el jugador que podrías haber sido.
Creo que, en general, se confunde el talento con las capacidades técnicas de un futbolista. En mi opinión, el talento es un concepto dinámico que requiere mucho más que una exquisita calidad técnica individual o una visión de juego superior. Se podría considerar que estos son requisitos necesarios, pero no suficientes, para ser un jugador de talento. Estas capacidades, las aptitudes, no sirven de mucho sin la voluntad necesaria para la mejora continua, la pasión por el juego, la disposición para el esfuerzo y el sufrimiento o la resistencia frente a la adversidad.
Teniendo esto en cuenta, habría que reconsiderar las pruebas de selección de jugadores en etapas de formación y dar mayor importancia a otros apartados, además de las capacidades técnicas o la velocidad, para no cometer el error de enfocar únicamente en estas cualidades la búsqueda del talento. Los aspectos intelectuales y de personalidad deberían ser variables a tener muy en cuenta. Si tuviera que seleccionar entre candidatos de similares capacidades técnicas (en cualquier ámbito laboral), elegiría sin dudar a personas creativas, con iniciativa y dosis industriales de energía, optimismo, vitalidad y entusiasmo.
Elegiría jugadores que 'vivan' el fútbol, que sueñen con ser protagonistas de jugadas antológicas hasta el día que se retiren (e incluso después), con remates increíbles, con meter goles decisivos, con ganar la Champions, Ligas y Copas, que no se aburran nunca hablando de fútbol y mucho menos viéndolo... que vivan el fútbol apasionadamente.
'Vivir el fútbol' significa respirar fútbol por todos los poros del cuerpo, no digo que sea lo único de tu vida (no debe serlo) pero, familia al margen, sí debería ser lo primero. Significa respetar y cuidar tu herramienta de trabajo (tu cuerpo), respetar lo que eres y lo que representas (tu imagen). Significa cuidar y entrenar tu mente para poder competir al máximo nivel y disfrutar a tope de tu profesión.
Para todo esto, hace falta sentir 'pasión por el fútbol' y también desarrollar una capacidad latente que se trabaja poco; la inteligencia. Y no me refiero a la inteligencia como coeficiente intelectual, sino a la capacidad para entender el juego (parece fácil, pero no lo es), para conocer en profundidad tus fortalezas y debilidades y para desarrollar herramientas de autocontrol mental que te ayuden a mejorar y a competir en condiciones.
En mi opinión, todo esto significa estar comprometido con tu profesión y con tu club, por lo que se podría definir el talento como la capacidad más el compromiso. La una sin el otro no alcanza. Un jugador de talento pone el alma en lo que hace, siente lo que hace y lo contagia al resto de equipo. En definitiva, ama el fútbol.
El futbolista debería saber que, mientras la mayoría de los mortales soñamos nuestra vida y nos esforzamos por perseguir nuestros sueños, él dispone de una oportunidad de oro para vivir el de todos; ese es su privilegio y debería aprender a disfrutarlo. Por él. Por todos
IMANOL IBARRONDO
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